Apoyar a los docentes significa proporcionarles capacitación previa, darles formación profesional permanente y proteger sus derechos.
En el mundo entero, la educación de calidad ofrece la esperanza y la promesa de mejorar las condiciones de vida. Pero no es posible alcanzar una educación de calidad sin el concurso de docentes competentes y motivados. Los docentes son el recurso más importante de la enseñanza: sin ellos, la educación de calidad no podrá hacerse realidad. Pero el número de maestros no se corresponde con los objetivos de la Educación para Todos: tan sólo para alcanzar la enseñanza primaria universal de aquí a 2015 se necesitarían 1.9 millones de nuevos educadores debidamente capacitados. De ahí que la Unesco y sus asociados exhorten a los gobiernos y la comunidad internacional para que aumenten las inversiones destinadas a la formación de docentes.
¿Por qué debemos apoyar a los docentes? Porque en muchos lugares del mundo el rango social del magisterio está menguando. El Día Mundial de los Docentes contribuye a centrar la atención sobre la necesidad de mejorar la categoría social de la profesión, no sólo en beneficio de los maestros y sus alumnos, sino en pro de la sociedad en su conjunto, al reconocer la función decisiva que los docentes ejercen en la construcción del porvenir.