"Conmemoramos el 60 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ocasión propicia para reflexionar sobre el futuro de los Derechos Humanos, para preguntarnos si el Siglo XXI será finalmente el siglo de los Derechos Humanos,
analizando si realmente estamos facilitando recursos y voluntades para poner en práctica estos principios, pero especialmente para reafirmar nuestro compromiso ante el desarrollo de un derecho común de la Humanidad.
Es el momento, desde un compromiso ciudadano en el Siglo XXI que está llamado a ser el de la participación, el de los ciudadanos, el de los pueblos del mundo, de poner en práctica los principios que estamos comprometidos a promover, buscando que los Derechos Humanos sean una realidad cotidiana, nuestro único objetivo y único fin para alcanzar la ansiada paz de todos los pueblos y los ciudadanos del mundo, la libertad desde unos principios democráticos, y el desarrollo sostenido y sostenible para, como dice Edgar Morin, que los ciudadanos de mañana contemplen la Tierra como su hogar.
El preámbulo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos apela a “cada individuo y cada órgano de la sociedad” para “esforzarse en promover, por medio de la enseñanza y la educación, el respeto por esos derechos y libertades”. Precisamente por eso tenemos que aprender a cumplir los Derechos Humanos como universales e indivisibles, recordando que la universalidad de los mismos tiene su origen en la universalidad del sufrimiento humano; cuando un ser humano sufre en cualquier parte del mundo, toda la Humanidad sufre. No olvidemos, como dicen los versos de la poetisa Maya Angelou, que “tenemos el poder de crear para este mundo / un clima en el que cada hombre y mujer / pueda vivir libremente (...)”, porque “debemos reconocer que somos las posibles / somos las milagrosas, las verdaderas maravillas de este mundo”.
Debemos estar dispuestos a abrir un futuro para la democracia y la participación, dando una oportunidad al compartir, al posicionarnos hacia el “otro”, desde la tolerancia y la justicia, desde el amor y la educación, desde un encuentro en la cultura de paz basada en el pluralismo, en la diversidad cultural, en el diálogo intercultural. Tenemos que ser capaces de articular acciones para conseguir una globalización de la conciencia, que sea tendente al desarrollo del derecho común de la Humanidad, los Derechos Humanos, recordando que los seres humanos, como señalara Paulo Freire, se educan en comunión con otros; y ese es el gran reto para el Siglo XXI, el de aprender a vivir juntos, educarnos juntos, construyendo un nuevo mundo, un nuevo hogar, en el que podamos consolidar nuestras esperanzas, anhelos, sueños y deseos.
Somos los artífices posibles de una nueva Humanidad, que tenemos que preservar como presente y futura, comprendiendo que únicamente de nuestras acciones podremos lograr que sigamos siendo una Humanidad de promesa y esperanza, entendiendo que los Derechos Humanos son el patrimonio común de la Humanidad como un conjunto; son la esencia de aquellos valores por los que afirmamos nuestra pertenencia a una sola comunidad humana, son lo que Boutros – Ghali denomina como l’irréductible humain.
Machado nos dice en sus versos que “Está el ayer alerto/ al mañana, mañana al infinito,/ (...) ni el pasado ha muerto,/ ni está el mañana -ni el ayer- escrito”. El futuro no está escrito nunca por adelantado y la elección está en nuestras propias manos. La Humanidad tiene la voluntad de enfrentar los retos, presentes y futuros, para afianzar los Derechos Humanos. Podemos conseguir que el Siglo XXI sea un siglo de desarrollo, un siglo de derechos y también deberes, porque saber los propios derechos significa conocer los propios deberes hacia los demás, un siglo de construir lo que está por hacer, lo que está por venir, porque realmente está en nuestras manos. El siglo XXI espera todo de nosotros, y tenemos que dar respuesta, tenemos que ofrecer soluciones, tenemos que actuar.
En este 60 Aniversario, consigamos, hombres y mujeres, ciudadanos, hacer que el Siglo XXI sea el Siglo de los Derechos Humanos, el de la generosidad y la solidaridad de los pueblos del mundo, que en el Siglo XXI consigamos la dignidad y la justicia para todos los seres humanos".